Contextualizando: Meloni y el franco CFA

Contextualizando: Meloni y el franco CFA
Inauguramos esta nueva sección “Contextualizando” en la que comentamos sucesos de actualidad destacados en las redes sociales. En esta ocasión, abordamos las recientes declaraciones de Giorgia Meloni sobre la política colonialista, en las que acusa a Francia de explotar a 14 países africanos a través de la emisión de su moneda. El objetivo de esta sección es reunir información objetiva sobre noticias que suelen generar reacciones de odio hacia los “acusados”, proporcionando el contexto y antecedentes históricos necesarios para una comprensión completa de los hechos.
El franco CFA
El franco CFA es una moneda utilizada por 14 países africanos, divididos en dos zonas monetarias: la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) y la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC). Fue creado en 1945, cuando Francia ratificó el acuerdo de Bretton Woods. Inicialmente, CFA significaba “Colonies Françaises d’Afrique” (Colonias Francesas de África). Tras la independencia de los países africanos, pasó a significar “Communauté Financière Africaine” (Comunidad Financiera Africana) en África Occidental y “Coopération Financière en Afrique Centrale” (Cooperación Financiera en África Central). Originalmente, el franco CFA estaba vinculado al franco francés. Desde 1999, está vinculado al euro.
El franco CFA tiene un tipo de cambio fijo con el euro, garantizado por el Tesoro francés. Esto proporciona estabilidad cambiaria y control de la inflación en los países que lo usan. Los países que utilizan el franco CFA deben depositar el 50% de sus reservas de divisas en el Tesoro francés. Esta medida asegura la convertibilidad de la moneda, pero también limita la autonomía económica de estos países. Cada zona tiene su propio banco central: el Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO) para la UEMOA y el Banco de los Estados de África Central (BEAC) para la CEMAC.
El lado positivo
La vinculación con el euro ha proporcionado una estabilidad inflacionaria relativa. Facilita el comercio entre los países de la zona CFA y con la zona euro debido a la estabilidad del tipo de cambio.
El lado negativo
El sistema perpetúa una dependencia económica y política de Francia, limitando la soberanía de los países africanos. Algunos críticos sostienen que el tipo de cambio fijo puede no ser adecuado para las necesidades de desarrollo económico y las condiciones específicas de los países africanos. La estructura puede favorecer a las élites y grandes corporaciones a expensas de la mayoría de la población.
En diciembre de 2019, los países de la UEMOA anunciaron reformas que incluirían el cambio de nombre del franco CFA a “Eco” y la eliminación de la obligación de depositar reservas en el Tesoro francés. Sin embargo, la implementación ha sido lenta y las críticas persisten.
Abandonar el franco CFA
Las propuestas para abandonar el franco CFA han surgido de diversos actores, tanto dentro de los países africanos que lo utilizan como de expertos internacionales, con el objetivo de aumentar la soberanía económica y política de estos países.
La propuesta más significativa y avanzada es la creación de la moneda “Eco” por parte de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO). Esta propuesta incluye:
- Reemplazar el franco CFA y crear una moneda única para los 15 países miembros de la CEDEAO.
- Originalmente planificada para 2020, la implementación se ha retrasado debido a desafíos económicos y políticos, incluyendo la pandemia de COVID-19.
- Para adoptar el Eco, los países deben cumplir ciertos criterios macroeconómicos, como mantener una inflación baja, déficits fiscales controlados y reservas de divisas adecuadas.
- Mayor integración económica regional, incremento en el comercio intra-regional y reducción de la dependencia de Francia.
Algunos economistas y líderes políticos han propuesto:
- Fortalecer la independencia de los bancos centrales de los países de la UEMOA y la CEMAC para que puedan diseñar políticas monetarias que respondan a las realidades económicas locales.
- Abandonar el tipo de cambio fijo con el euro para permitir una política monetaria más flexible que pueda ajustarse a las condiciones económicas de cada país.
Otra propuesta es que cada país recupere su propia moneda nacional:
- Permitiría a cada país tener un control total sobre su política monetaria y cambiaría a un régimen de tipo de cambio que mejor se adapte a su economía.
- Riesgo de inflación descontrolada y volatilidad cambiaria, especialmente en economías más pequeñas o menos diversificadas.
Algunos sugieren reformar el sistema del franco CFA en lugar de abandonarlo por completo:
- Modificaciones al actual sistema para aumentar la participación y control de los países africanos en la gestión del franco CFA.
- Propuesta ya aceptada para eliminar la obligación de depositar el 50% de las reservas de divisas en el Tesoro francés.
- Cambiar la estructura de gobernanza de los bancos centrales regionales para asegurar una mayor representación y poder de decisión de los países africanos.
Promover la cooperación económica y monetaria con otras regiones y potencias emergentes:
- Buscar alianzas económicas con otros bloques y países emergentes como China, India y Rusia para reducir la dependencia de Francia y Europa.
- Creación de fondos regionales de estabilización para apoyar a los países en tiempos de crisis económica y asegurar la estabilidad monetaria.
Problemas para abandonar la moneda
- Abandonar el franco CFA implicaría una transición compleja y costosa, con riesgos económicos significativos.
- Cumplir con los estrictos criterios económicos necesarios para adoptar una nueva moneda regional como el Eco.
- Necesidad de un fuerte consenso político y compromiso entre los países implicados para llevar a cabo estas reformas.
¿Quién decide si dejar la moneda o seguir con ella?
La decisión de abandonar el franco CFA recae principalmente en los países que utilizan esta moneda, agrupados en dos bloques regionales: la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) y la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC).
Cada uno de los 14 países que utilizan el franco CFA tiene un papel crucial en la decisión. Los gobiernos nacionales, a través de sus ministros de finanzas y bancos centrales, deben consensuar y decidir sobre cualquier cambio en su sistema monetario.
El Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO) y el Banco de los Estados de África Central (BEAC) desempeñan un papel técnico y operativo fundamental en cualquier transición monetaria.
La UEMOA y la CEMAC, como bloques económicos y monetarios, tienen la responsabilidad de coordinar y gestionar las políticas comunes, incluyendo las decisiones sobre la moneda.
¿Hasta que punto puede influir Francia en la decisión?
Francia ha tenido históricamente una influencia significativa en el sistema del franco CFA debido a varios factores:
- El franco CFA fue creado durante la era colonial y ha mantenido un vínculo estrecho con la economía francesa. Francia garantiza la convertibilidad del franco CFA a través del Tesoro francés y ha tenido representantes en los consejos de administración de los bancos centrales regionales.
- Francia asegura la convertibilidad del franco CFA al euro, lo que proporciona estabilidad monetaria a los países de la zona CFA, pero también implica una influencia continua.
- Las relaciones monetarias entre Francia y los países de la zona CFA están regidas por acuerdos bilaterales que datan de la época de la independencia de estos países.
¿Cómo reducir esta influencia?
En los últimos años, ha habido movimientos para reducir la influencia de Francia en el sistema del franco CFA:
- En 2019, los países de la UEMOA y Francia acordaron reformas significativas, incluyendo la eliminación de la obligación de depositar reservas en el Tesoro francés y la renombración de la moneda a “Eco”. Aunque estas reformas aún están en proceso, marcan un paso hacia una mayor autonomía.
- Varios líderes africanos han expresado públicamente su deseo de mayor independencia monetaria y de reducir la influencia de Francia en sus economías.
- La propuesta de la CEDEAO para crear una nueva moneda regional, el “Eco”, es un intento significativo de los países de África Occidental para establecer una mayor soberanía económica y reducir la dependencia de Francia.
La decisión final sobre el abandono del franco CFA requiere un consenso entre los países miembros y una coordinación estrecha entre sus gobiernos y bancos centrales. Aunque Francia tiene una influencia histórica y económica considerable, la decisión última recae en los países africanos, que deben equilibrar los beneficios de la estabilidad proporcionada por el franco CFA con su deseo de mayor autonomía económica y política. La voluntad política de los países africanos y su capacidad para coordinar y gestionar una transición monetaria serán cruciales en este proceso.
La lista de los 14 países africanos que utilizan el franco CFA está dividida en dos bloques: la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) y la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC). A continuación, se detallan los países de cada bloque:
UEMOA
- Benín
- Burkina Faso
- Costa de Marfil
- Guinea-Bisáu (único país lusófono del grupo)
- Malí
- Níger
- Senegal
- Togo
CEMAC
- Camerún
- República Centroafricana
- Chad
- República del Congo
- Guinea Ecuatorial
- Gabón
El problema de la corrupción
Hay numerosos casos de corrupción en los países que utilizan el franco CFA, que afectan a la gobernanza y el desarrollo económico de estas naciones. La corrupción en estos países se manifiesta en varias formas, incluyendo malversación de fondos públicos, sobornos, nepotismo y desvío de recursos naturales. Algunos ejemplos notables de corrupción en algunos de estos países:
- Benín: El exministro de Energía y Minas, Barthélémy Kassa, fue acusado de malversación de fondos del proyecto de electrificación rural en 2015.
- Burkina Faso: En 2014, el entonces presidente Blaise Compaoré fue derrocado en medio de protestas masivas contra su intento de modificar la constitución para extender su mandato, en un contexto de acusaciones de corrupción y nepotismo.
- Costa de Marfil: El exministro de Agricultura, Sangafowa Coulibaly, fue implicado en un escándalo de corrupción relacionado con la gestión de fondos para el desarrollo de la agricultura.
- Guinea-Bisáu: Guinea-Bisáu ha enfrentado problemas crónicos de corrupción, especialmente en relación con el narcotráfico, que ha infiltrado altos niveles del gobierno.
- Malí: En 2014, un informe del FMI reveló irregularidades en los contratos públicos, incluyendo la compra de un avión presidencial y equipos militares.
- Níger: En 2017, un informe del Parlamento denunció la malversación de fondos en el sector de defensa, involucrando a altos funcionarios del gobierno.
- Senegal: El exministro de Energía, Samuel Sarr, fue acusado de malversación de fondos relacionados con contratos energéticos.
- Togo: El presidente Faure Gnassingbé ha sido criticado por prácticas corruptas, incluyendo la apropiación indebida de recursos del estado.
- Camerún: El exministro de Salud, Urbain Olanguena Awono, fue sentenciado a 20 años de prisión por malversación de fondos públicos en 2013.
- República Centroafricana: La República Centroafricana enfrenta altos niveles de corrupción, exacerbados por el conflicto y la inestabilidad política, dificultando la rendición de cuentas.
- Chad: En 2015, Hissène Habré, exdictador de Chad, fue condenado por crímenes contra la humanidad, incluidos actos de corrupción y malversación de fondos públicos.
- República del Congo: El presidente Denis Sassou Nguesso y su familia han sido acusados de enriquecimiento ilícito y desvío de fondos públicos.
- Guinea Ecuatorial: El vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue, hijo del presidente, ha sido acusado y condenado en Francia por lavado de dinero y malversación de fondos públicos.
- Gabón: Ali Bongo Ondimba, presidente de Gabón, y su familia han sido acusados de enriquecimiento ilícito y desvío de recursos petroleros del país.
La corrupción en estos países tiene efectos devastadores sobre el desarrollo económico y social, incluyendo la disminución de la inversión extranjera, el desvío de recursos que podrían ser utilizados para servicios públicos esenciales, y la perpetuación de la pobreza y la desigualdad. Los esfuerzos para combatir la corrupción incluyen la creación de agencias anticorrupción, reformas legales y administrativas, y la presión de la comunidad internacional. Sin embargo, la efectividad de estas medidas varía significativamente entre los países.
Oposición al franco CFA
La oposición al franco CFA fuera de África proviene de una variedad de entidades, incluyendo gobiernos, organizaciones no gubernamentales, académicos y activistas de diversas partes del mundo.
Italia
- En 2019, Luigi Di Maio, entonces Viceprimer Ministro de Italia, criticó el uso del franco CFA y acusó a Francia de explotar a los países africanos, argumentando que la moneda contribuía a la pobreza y a la migración hacia Europa.
- Políticos italianos han calificado el sistema del franco CFA como una forma de neocolonialismo que impide el desarrollo económico de los países africanos.
ONGs y activistas
- ONG y activistas de varios países, incluyendo aquellos de Europa y América, argumentan que el franco CFA limita la soberanía económica de los países africanos al estar vinculado al euro y gestionado parcialmente por el Tesoro francés.
- Afirman que el sistema monetario actual perpetúa la dependencia económica y el subdesarrollo, impidiendo que los países puedan implementar políticas monetarias adaptadas a sus necesidades específicas.
Estados Unidos
- Algunos académicos y políticos estadounidenses han criticado el franco CFA en el contexto de debates sobre imperialismo y neocolonialismo, aunque no es una posición oficial del gobierno de Estados Unidos.
- Argumentan que la dependencia de Francia para la estabilidad monetaria puede socavar los esfuerzos por promover la democracia y el desarrollo autónomo en los países africanos.
América latina
- Activistas y académicos de países latinoamericanos han mostrado solidaridad con los países africanos en su lucha contra lo que consideran formas de colonialismo moderno, incluyendo el sistema del franco CFA.
- Algunos comparan la situación con la de América Latina, donde la influencia extranjera en la economía ha sido históricamente un tema sensible.
Motivos de la oposición
Neocolonialismo: Muchas críticas se centran en la percepción de que el franco CFA es una herramienta de neocolonialismo que permite a Francia mantener una influencia desproporcionada sobre sus excolonias.
Dependencia Económica: El vínculo del franco CFA con el euro y la necesidad de depositar reservas en el Tesoro francés (regla en teoría desaparecida) son vistos como mecanismos que limitan la autonomía económica de los países africanos.
Desigualdad y Subdesarrollo: Los críticos argumentan que el sistema monetario perpetúa la pobreza y la desigualdad, impidiendo el desarrollo sostenible y equitativo en los países que lo utilizan.
Soberanía Nacional: La capacidad limitada de estos países para implementar políticas monetarias independientes es vista como un impedimento para su pleno desarrollo económico y político.
Adopción o creación de criptomoneda como solución
La adopción o creación de una criptomoneda propia por parte de los países africanos ha sido considerada por algunos como una posible solución a varios problemas económicos, incluyendo la dependencia del franco CFA y otros sistemas monetarios tradicionales. Sin embargo, esta idea tiene tanto potenciales beneficios como riesgos significativos.
Beneficios
- Una criptomoneda propia podría dar a los países un mayor control sobre su política monetaria, reduciendo la dependencia de sistemas controlados por potencias extranjeras.
- Podría permitir a los países salir del sistema del franco CFA y establecer una moneda que no esté vinculada al euro ni controlada por el Tesoro francés.
- Las criptomonedas podrían proporcionar acceso a servicios financieros a personas no bancarizadas, que son una gran parte de la población en muchos países africanos.
- Podrían reducir significativamente los costos de las remesas y transferencias internacionales, que son una fuente importante de ingresos para muchas familias africanas.
- La tecnología blockchain permite un seguimiento transparente de las transacciones, lo que podría reducir la corrupción y mejorar la rendición de cuentas en el uso de los fondos públicos.
Riesgos
- La adopción de criptomonedas requiere una infraestructura tecnológica robusta y acceso generalizado a internet, que puede ser limitado en muchas áreas rurales de África.
- Es necesario educar a la población sobre el uso de criptomonedas y la tecnología blockchain, lo cual puede ser un desafío significativo.
- Las criptomonedas conocidas por su alta volatilidad pueden ser inadecuadas como medio de intercambio estable. Esto podría causar inestabilidad económica en lugar de resolver problemas existentes.
- La aceptación y confianza de la población y de los mercados internacionales en una nueva criptomoneda puede ser limitada inicialmente.
- Es crucial establecer un marco regulatorio claro para evitar el uso indebido de criptomonedas en actividades ilegales como el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
- La protección contra fraudes y ciberataques es esencial para la confianza y la seguridad del sistema.
- Para que una criptomoneda sea efectiva, necesita ser aceptada no solo localmente sino también internacionalmente, lo cual puede ser un desafío.
- Integrar una nueva criptomoneda con los sistemas financieros globales existentes puede ser complicado.
Algunos países africanos están explorando la adopción de criptomonedas y la tecnología blockchain. Nigeria, por ejemplo, lanzó su propia moneda digital del banco central, el eNaira, en 2021.
La adopción de una criptomoneda propia podría ofrecer ciertos beneficios a los países africanos, como una mayor soberanía monetaria y una mayor inclusión financiera. Sin embargo, también conlleva problemas significativos en términos de infraestructura, regulación y estabilidad. Cualquier movimiento hacia la adopción de criptomonedas debe ser cuidadosamente planificado y ejecutado, considerando tanto los riesgos como las oportunidades, y aprendiendo de experiencias de otros países que han intentado iniciativas similares. La solución no es simple ni universal, y debe ser adaptada a las circunstancias específicas de cada país.
El franco CFA es un tema controvertido que refleja la historia colonial y las dinámicas de poder en las relaciones franco-africanas. Mientras que algunos valoran la estabilidad que proporciona, otros lo ven como un vestigio del colonialismo que limita la autonomía y el desarrollo económico de los países africanos. En cualquier caso acusar a Francia de explotar a estos países es una afirmación que requiere un análisis profundo y matizado. Si bien hay críticas válidas y preocupaciones legítimas sobre la influencia francesa, también existen beneficios y complejidades que deben ser considerados.